¿Qué somos?, muy buena pregunta y de muy difícil respuesta, pero como todo en la vida, es más simple de lo que parece. Chetado.es es un medio de comunicación absolutamente independiente, cuya única pretensión es publicar noticias de todo tipo relacionadas con el sector tecnológico: aplicaciones móviles, ordenadores, software, periféricos, redes sociales y lo que se nos ocurra. No hay un objetivo definido, es más bien una experiencia personal y profesional, una ambición de mucho tiempo, un impulso contenido durante muchos años, algo que siempre he querido hacer, pero para lo que nunca había encontrado el momento.

Y quién soy yo, pues nadie en especial, mi nombre es Jose Ignacio Agüera, llevo más tiempo en esto de lo que puedo recordar, y siempre he estado ligado de un modo u otro a este sector, por formación, profesión y pasión. Llevo más de 20 años haciendo “cosas” parar los demás, creando conceptos, desarrollando ideas, produciendo productos y servicios, poniendo en marcha plataformas de todo tipo, etc. Algo de lo que no me arrepiento en absoluto, que he disfrutado infinitamente, porque adoro y me apasiona lo que hago, pero siempre he echado de menos crear un proyecto exclusivamente mío, marcado por mis ideas y directrices, y que respondiera a esa necesidad tan básica y primaria de crear algo propio y totalmente subjetivo. No tengo muy clara la dirección que tomará todo esto, no tengo objetivos a largo plazo y ni quiero marcarlos, solo crear, avanzar y observar hasta donde llega la aventura. Si queréis saber algo más de mí podéis visitar mi Linkedin, y si no os interesa, da igual, también sois bienvenidos.

Nunca he hecho esto, pero como dice el dicho popular que “es de bien nacidos ser agradecidos”, no quiero dejar pasar esta oportunidad para agradecer a todas aquellas personas que de un modo u otro han contribuido a este largo parto de 30 años, sólo diré sus nombres, ellos saben perfectamente a quién me refiero. Gracias Ángela, bufff podría escribir un libro, pero sólo te diré que gracias por ser la persona más honesta que conozco, mi mejor amiga, y que todavía no acabo de entender como cabe un corazón tan grande en un cuerpo tan pequeño. Gracias Jesús y Julio, con vosotros tuve la oportunidad de disfrutar del nacimiento de un proyecto ambicioso y emocionante, en su momento no supe valorar en su justa medida el lugar en el que me encontraba, pero aprendí mucho de personas muy inteligentes que calaron muy profundo. Gracias César, tú tenías razón, podría haber sido mucho más de lo que fue, siempre fuiste honesto y me diste la oportunidad de conocer a JL, que grande eres Jose Luis, nos vemos muy poco, pero que grande eres. Gracias Nacho, te he apreciado siempre y lo sigo haciendo. Gracias Asier, no sabes cuánto echo de menos nuestras “idas de olla”, la frescura de nuestras conversaciones, tu creatividad infinita, tu honestidad profesional, eres mucho más grande de lo que tú mismo piensas, de hecho, volvería a fumar después de cinco años sólo por disfrutar esas conversaciones tan enriquecedoras. Gracias Sonia, por estar a mi lado siempre, que creo es una de las cosas más difíciles que existen, gracias por tu inteligencia y por entender mis rarezas, sentir tu apoyo y sentirte cerca es lo que hace que todo tenga sentido.

Y como dicen que la mejor forma de definirse es que lo hagan los demás, os dejo unas palabras que le he pedido a una buena amiga, y sólo le he dado una premisa, honestidad desnuda y sin filtros, para lo bueno y para lo malo, gracias Ángela:

Cómo iba yo a imaginar que al entrar en aquella oficina con sólo 19 añitos iba a conocer a una persona tan importante en mi vida… Fue tu primer proyecto, el primero de muchos en los que te has embarcado. En todos con la ilusión intacta, como si fuera la primera vez. Siempre he admirado la pasión con la que vives, tú lo llamas locura, yo valentía. Puede que se trate de un poco de las dos. Bueno, eso… y que eres trememendamente cabezota! 🙂

Desde entonces nos hemos encontrado varias veces en lo profesional, en lo personal siempre te he tenido cerca. SIEMPRE. Y siento no haber sido capaz de estar a la altura de lo que tú has podido necesitar de mí, pero es que yo no soy como tú. A mí me da miedo seguirte. Así de simple…

Hoy estás donde quieres estar. No tienes grandes ambiciones, no has perdido ni uno solo de tus valores, no te has convertido en el capullo en el que siempre temí que te transformarías. Así nunca te vas a hacer rico, amigo mío. Te lo tengo dicho.

Todavía no sé por qué tuve la suerte de entrar precisamente yo por la puerta de aquella oficina hace 20 años, pero me considero muy afortunada. Me habría perdido a una persona generosa, terca, humilde, apasionada, impulsiva, honesta, cabezota, algo inconsciente, brutalmente sincera – a veces demasiado – y con ese sentido del humor ácido y negro que tanto me hace reír. Por todo ello te has ganado a pulso el primer puesto como mejor jefe, compañero y amigo. Por ser maravillosamente imperfecto y mostrarte tal cual, sin falsas apariencias ni filtros.

Te quiero con todo el corazón que me cabe en esta persona pequeña de la que siempre te estás burlando. No madures nunca, por favor. Y GRACIAS por cruzarte en mi camino, amigo.